¿Qué fue primero: la emoción o la reacción?
En el pasado, era una suposición común que tus emociones son reacciones programadas. Por ejemplo, la ira y la indignación pueden explotar a la superficie cuando alguien insulta a una persona que amas, casi como si alguien accionara un interruptor. Investigaciones recientes muestran que las emociones no son experiencias espontáneas e incontrolables. En cambio, puedes moldear, dar forma e influir en tu respuesta emocional con más influencia de la que pensabas anteriormente.
Anteriormente, era una creencia comúnmente aceptada que las emociones preceden a las reacciones. Por ejemplo, imagina que estás caminando por el bosque y ves un oso. Al reconocer al oso, sientes la emoción del miedo, que inicia tu respuesta fisiológica. Tu corazón comienza a acelerarse, la adrenalina aumenta y tu respiración se acelera en reacción al miedo que sentiste. Se creía que sus emociones ponían en marcha su respuesta de huida o lucha.
Interpretación emocional
Pero la percepción y la experiencia previa juegan un papel importante en las emociones que sientes. Imagina que tus interacciones anteriores con los osos fueron positivas dentro del contexto de la caza. En el pasado, ibas a cazar, veías un oso y lo matabas. Después, disfrutó de una deliciosa y satisfactoria comida de sopa de oso con su familia. Más tarde, cuando ves un oso en el bosque, tienes la misma respuesta fisiológica; ritmo cardíaco acelerado, respiración acelerada y un subidón de adrenalina. Su cerebro interpreta esta reacción física como positiva en función de su experiencia previa, lo que hace que sienta emoción y anticipación de otra posible comida deliciosa en lugar de miedo de convertirse en la comida de un oso.
Tus emociones son la interpretación de tu cuerpo de los eventos internos (frecuencia cardíaca y respiración rápidas) y los eventos externos (ver al oso). Tu cerebro aprende a predecir qué respuesta emocional te servirá mejor en eventos futuros. ¿Qué reacción es la más propicia para su supervivencia? Tu cerebro utiliza tus experiencias pasadas para interpretar eventos en tiempo real, que luego se convierten en tu experiencia presente. La capacidad de tu mente para hacer referencia a eventos pasados para determinar tu realidad actual se llama cerebro predictivo.
Reconfigurando tu respuesta emocional
Reconfigurar tu respuesta emocional no se trata de suprimir las emociones negativas que sientes en el momento. En cambio, se trata de cultivar intencionalmente nuevas experiencias emocionales para que su cerebro las consulte en eventos futuros. Esto tiene dos partes.
Cuida tu salud física y mental
Esto incluye dormir lo suficiente, hacer ejercicio regularmente, comer sano y mantenerse socialmente conectado. Sus emociones se construyen principalmente a partir de la interpretación de su cerebro de eventos internos o señales fisiológicas. Asegurarse de estar mental y físicamente sano reduce la probabilidad de que su cerebro envíe señales fisiológicas desagradables. Por ejemplo, si estás cansado y hambriento cuando caminas por el bosque y ves al oso, tu cerebro ya ha acumulado las señales físicas negativas de agotamiento y hambre. El hambre y el agotamiento inclinan la balanza hacia la probabilidad de que tu cerebro interprete el momento como un evento negativo y proyecte emociones negativas.
Impacta en tus emociones en el momento
Hacerlo te permite construir una nueva base para que tu cerebro construya futuras interpretaciones. Ya sabes que tu cerebro hace referencia a eventos pasados para crear el presente. Practicar las emociones positivas hoy sienta un precedente para que tu cerebro construya sobre él cuando construya su experiencia mañana.
Construyendo tu Memoria Muscular Emocional
Al practicar las emociones positivas, puedes reconfigurar tu cerebro para generar estas emociones en el futuro de forma automática. Entonces, cuando experimente tristeza o enojo, podrá reemplazarlo con gratitud o asombro fácilmente. En lugar de sentirse frustrado o molesto cuando su conexión de Zoom es deficiente, puede sentir gratitud por la capacidad de ver, escuchar y comunicarse con otra persona a pesar de la distancia. Cuanto más practiques, más fácil será. ¡Es como la memoria muscular emocional!
Practica el asombro y el aprecio
Hay algunas maneras de desarrollar tu memoria muscular emocional. Una es tomarse el tiempo para darse cuenta de las cosas que aprecia cada día, como el hecho de que puede preconfigurar una cafetera por la mañana y despertarse con el aroma del café, o poder escuchar sus canciones favoritas en la radio. Practique sentir asombro al notar los colores brillantes en un amanecer o atardecer, o examinar las complejidades de una delicada flor que florece a través de las grietas de la acera. Estos pequeños momentos de asombro te sacan de tu estrecha visión de ti mismo y amplían tus horizontes para ver el resto del mundo.
Al disfrutar de estos pequeños momentos, replanteas tu lugar en el mundo, pones tus circunstancias en perspectiva y obtienes más significado de la vida. Los momentos de asombro y aprecio no tienen por qué ser grandes o complicados. A veces las cosas pequeñas y simples son las más significativas. Con el tiempo, con la práctica y el uso, tu cerebro alcanzará más fácilmente estas emociones positivas y recurrirá a las negativas con menos frecuencia.
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