¿Qué es el FOMO?
La sensación persistente de que otros se están divirtiendo más, viviendo vidas más satisfactorias y disfrutando de mejores experiencias que tú es un miedo tan común que los científicos acuñaron el sentimiento FOMO o miedo a perderse algo. El FOMO es anterior a las redes sociales, pero ha aumentado drásticamente desde el auge de plataformas como Instagram, Facebook y Twitter, donde los usuarios comparten logros vitales glamorosos en publicaciones ordenadas. El propósito de estas actualizaciones es mantenerse conectados, pero, irónicamente, hace que más personas que nunca se sientan solas y aisladas.
Las redes sociales y el juego de la comparación
La avalancha de vidas perfectamente seleccionadas e inalcanzables en las redes sociales puede llevarte a medir tu vida real y esencial con los carretes destacados de los demás. Es una comparación engañosamente falsa que afecta su bienestar. Porque el FOMO no es solo la idea de que podrías estar haciendo mejores cosas cuando ves lo que otros están haciendo en las redes sociales; Es un miedo siempre presente de que te estás perdiendo algo fundamentalmente importante que otros están experimentando. Este miedo a estar ausente o excluido de las experiencias te obliga a mantenerte comprometido en línea a pesar del daño.
El FOMO alimenta el comportamiento adictivo
Cuanto más FOMO experimente, más probable será que participe en un uso problemático de las redes sociales. El comportamiento se asemeja a la adicción, ya que el miedo a perderse asuntos aparentemente importantes te obliga a revisar tu teléfono constantemente. FOMO te insta a responder compulsivamente a las notificaciones incluso cuando corres el riesgo de conducir distraído, sacrificar el sueño, descuidar el trabajo o la escuela y renunciar a las relaciones del mundo real. El FOMO impulsa el uso problemático de las redes sociales y hace que priorices mantenerte al día en las redes sociales por encima de todo lo demás. El pensamiento ansioso siempre presente de que los demás están viviendo sus mejores vidas en tu ausencia te empuja a revisar las redes sociales, lo que genera sentimientos de FOMO cuando ves continuamente los aspectos más destacados de la vida de los demás. Este círculo vicioso hace que pierdas oportunidades de vivir tu vida y afecta tu salud mental y bienestar.
Rascarse la picazón de las redes sociales
El uso problemático de las redes sociales debe sus cualidades adictivas a la naturaleza en la que se utilizan. Las notificaciones aleatorias te piden que revises tus feeds, donde recibes gratificación instantánea: es como rascarse la picazón. La gratificación instantánea libera dopamina, la sustancia química del placer, entrenando a tu cerebro para repetir el comportamiento. Las plataformas de redes sociales están diseñadas para imitar a las máquinas tragamonedas; Puedes «tirar de la palanca» constantemente o actualizar tus feeds para ver nuevos contenidos e interacciones. No se puede llegar al final de las redes sociales ni hay un punto de parada claro, lo que te lleva a un ciclo interminable de desplazamiento.
Sintiendo los efectos del FOMO
Tu sentido de la normalidad está sesgado cuando comparas tu vida real con lo que otros publican en línea, lo que provoca ansiedad y depresión. El juego de comparación hace que muchas personas asuman que tienen un rango social bajo cuando se comparan con las cuentas de redes sociales que acumulan cientos y miles de seguidores y me gusta. Muchos de los que publican contenido en línea buscan validación externa, y cuando ves tu vida y apariencia como objetos para exhibición pública, te pones más ansioso por las críticas negativas. Si no recibes la retroalimentación que buscas, puede hacer que interiorices la creencia de que eres impopular, poco gracioso, indigno o antipático. Estas creencias erróneas alimentan sentimientos de baja autoestima y baja autoestima. Los seres humanos son criaturas sociales que desean interacciones y relaciones, por lo que la exclusión percibida y la retroalimentación negativa amplifican la soledad y la ansiedad.
Las redes sociales establecen expectativas poco realistas
Las redes sociales también son un lugar donde experimentas la evaluación de tu apariencia. La tecnología y las aplicaciones permiten a los usuarios manipular las fotos en segundos antes de publicarlas. Luego, el algoritmo te muestra las imágenes con la sutil sugerencia de que no cumples con los estándares de la sociedad si no te pareces a las imágenes alteradas en tu pantalla. Las redes sociales no son representativas de la realidad, y no es fácil reconocer cómo distorsionan tus percepciones cuando la tecnología te dirige explícitamente con contenido destinado a resonar. La promoción de expectativas poco realistas tiene un efecto devastador. En los EE. UU., las investigaciones muestran que alrededor del 25% de los niños Se preocupan por su musculatura y delgadez y expresan un mayor deseo de músculos tonificados y definidos. Las niñas también son vulnerables, con El 50% de las niñas de 13 añosreportando descontento con sus cuerpos. Este número creció a casi el 80% cuando las niñas cumplieron 17 años.
Cómo frenar el miedo a perderse algo
El FOMO es omnipresente en las generaciones que crecieron con las redes sociales, y una encuesta encontró que alrededor de dos tercios de las personas de 18 a 33 años admitieron experimentar FOMO regularmente. Sentir que siempre te estás perdiendo las experiencias de la vida que otros están teniendo en tu ausencia está relacionado con un mayor número de ansiedad y depresión. En general, los estudios han demostrado que aquellos que usan las redes sociales de manera más intensiva tienen una menor satisfacción con la vida.
Antes de eliminar todas sus cuentas, considere que usar sus cuentas de redes sociales a propósito como una herramienta para la conexión, no para la comparación, puede brindarle una mayor libertad. Estas son algunas formas en las que puedes frenar el FOMO.
- Usa las redes sociales con moderación. Preste atención a la frecuencia con la que está en línea descargando una aplicación que monitoree su uso y establezca objetivos realistas para reducir su uso y reemplazarlo con actividades más satisfactorias. ¡Incluso puedes usar las redes sociales para descubrir eventos o actividades a los que puedes asistir!
- Concéntrate en tus amigos y familiares más que en tus conocidos. Puedes usar las redes sociales para mantenerte en contacto con amigos a larga distancia y ver a tu familia, pero limita tu tiempo a mirar el contenido de personas influyentes y celebridades. Es menos probable que ver las publicaciones de tus amigos cercanos provoque una comparación porque los conoces más allá de lo que ves en tu pantalla.
- Comparte actualizaciones de tu vida de forma consciente. Sabemos que nuestras vidas no son perfectas, pero es tentador retratarlas así en las redes sociales. Es natural querer presentarte de manera positiva, y actualizar tus redes sociales con logros significativos puede aumentar tu autoestima. De vez en cuando, hablar de los aspectos menos perfectos de tu vida puede ayudar a los demás a sentirse conectados y darles la oportunidad de apoyarte.