Cuando tu agenda se vuelve agitada, la cocina puede ser uno de los últimos lugares en los que quieras estar. Ya sea que se sienta demasiado cansado, estresado o con poco tiempo, cocinar a menudo no sigue siendo una prioridad. Pero, ¿te has tomado un momento para explorar a fondo los beneficios de planificar y preparar tus propias comidas? ¡Vale la pena el tiempo! Desde ahorrar dinero hasta pasar tiempo de calidad con la familia e incluso luchar contra el deterioro cognitivo, preparar sus comidas en casa es una receta para el éxito.
Ahorre dinero preparando sus comidas
En promedio, los estadounidenses salen a almorzar dos veces por semana y gastan $10 en cada salida. ¡Eso suma! Según la Oficina de Estadísticas Laborales, el hogar estadounidense promedio gasta más de $ 3000 cada año en cenas fuera de casa. Empacar un almuerzo es la forma más fácil de aliviar esto. Afortunadamente, Internet está lleno de recetas económicas (¡y saludables!) para el almuerzo y la cena que satisfarán su hambre sin arruinarse. Cuando decidas llevar tu almuerzo al trabajo, planifica tus comidas para toda la semana. Al cocinar a granel, el costo por porción de sus comidas disminuye y limita el impacto en su factura de servicios públicos.
Propina: Elija frutas y verduras no preparadas cuando examine la sección de frutas y verduras. ¡Hacer su propio corte en rodajas y cubitos le ahorrará dinero a largo plazo!
Cocinar en casa es bueno para la salud
El problema de la comida rápida
Cuando sabes qué ingredientes van a entrar en tus comidas, tienes más control sobre los nutrientes que permites que entren en tu sistema. Por otro lado, la comida rápida tiene altas cantidades de sodio, grasas saturadas, grasas trans y colesterol, que, cuando se consumen con demasiada frecuencia, pueden provocar una gran cantidad de problemas de salud. Las porciones en los restaurantes tienden a ser de gran tamaño y, en promedio, son de 2 a 3 veces más grandes que los tamaños de porción recomendados. El pedido típico de comida rápida oscila entre 1,100 y 1,200 calorías en total, es decir, casi toda la ingesta diaria recomendada de calorías de una mujer (1,600 a 2,400 calorías) y casi dos tercios de la ingesta diaria de un hombre (2,000 a 3,200 calorías). Es posible que sienta la presión de limpiar su plato cuando sale a cenar, lo que afecta negativamente su presión arterial, el riesgo de diabetes y la cintura. Según Healthline, las personas que comen comida rápida con frecuencia también tienen un 51 por ciento más de probabilidades de desarrollar depresión.
Beneficios de preparar tus alimentos
Sin embargo, los estudios han demostrado muchos beneficios psicológicos positivos de cocinar. La cocina es una salida para la expresión creativa; Puede ayudar a combatir el deterioro cognitivo, es una forma de practicar la atención plena e incluso es una fuente de nutrición cuando se cocina para los demás. Usted tiene más control sobre su nutrición cuando prepara su propia comida, lo que facilita el consumo de comidas frescas, saludables y saludables. Esto puede aumentar su energía, estabilizar su peso y estado de ánimo, e incluso mejorar su peso y resistencia al estrés. El programa MiPlato del USDA ofrece recursos rápidos y consejos para tomar decisiones más saludables cuando se trata de la planificación de comidas.
Propina: ¡Cocinar no tiene por qué ser complicado! La piedra angular de una dieta saludable consiste en alimentos no procesados con muchas verduras y proteínas. No hay necesidad de seguir recetas complejas: ¡las comidas más simples pueden ser las más sabrosas! Intente cocinar verduras al vapor o salteadas, asar pollo o pescado a la parrilla y agregar hierbas, especias o salsa.
Desarrolle conexiones sociales sólidas con una comida casera
Haz de la cocina una actividad familiar
Preparar una deliciosa comida para compartir con amigos o familiares puede ser empoderador, mejorar tu estado de ánimo y tu autoestima. Ofrece oportunidades para pasar tiempo con su círculo social, creando fuertes lazos y un sentido de conexión. Cocinar puede convertirse en una actividad familiar de principio a fin. Las manos adicionales en la cocina pueden ayudar a que el tiempo vuele e incluso pueden hacer que la cocina se convierta en un entorno para enseñar y aprender: puedes aprender algo de tu pareja, o los niños pueden recibir su primera lección sobre cocina.
Disfruten de la comida juntos
Una vez que su comida esté preparada, siéntense a disfrutar de una comida juntos. Este tiempo juntos brinda una oportunidad para que todos relajen su día, compartiendo actualizaciones sobre el trabajo o la escuela. Apague las pantallas y concéntrese en disfrutar del tiempo juntos. El tiempo libre de pantalla disminuye las distracciones, lo que hace que comer en exceso sin sentido sea menos probable. Una vez que termine la comida, limpien juntos. Esto ayuda a que una tarea no tan divertida termine antes y refuerza un sentido de ayuda en los niños. Esté atento a las clases y talleres de cocina locales (y en línea). Aprender nuevas habilidades en la cocina solo puede aumentar su confianza y disfrute cuando se trata de cocinar.
¿No eres chef? ¡No hay problema!
¿Las clases de cocina no son lo tuyo? Diríjase al mercado de agricultores más cercano con su familia o amigos para hacer algunas compras de comestibles. Encontrarás deliciosos ingredientes para tus comidas y te sentirás bien apoyando a los productores locales con tus compras. ¡Eso es un ganar-ganar saludable para todos!
Propina: Replantea tu forma de pensar sobre la cocina. En lugar de lamentarte por otra tarea, date cuenta de que puede ser una experiencia agradable y relajante. Divida las responsabilidades, como las compras de comestibles y las tareas de limpieza, con su pareja o compañero de cuarto para ayudar a acelerar las cosas.
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