Antes de que el reloj marcara la medianoche del 1 de enero, muchos de nosotros bebimos un último trago, fumamos un último cigarrillo o tomamos un último postre decadente antes de abrocharnos hacia la superación personal en el nuevo año. Las resoluciones más comunes involucran la salud física e incluyen hacer más ejercicio, dejar de fumar y comer de manera más saludable. A pesar de tener las mejores intenciones, casi el 80% de los responsables de la resolución renuncian a sus objetivos en febrero. En lugar de sentirse fuertes, capaces y empoderados, muchos se sienten derrotados, culpables y desanimados. Sin embargo, puede aprovechar el poder del pensamiento positivo para impulsar su determinación a lo largo del año.
Comprender la conexión mente-cuerpo
La mente y el cuerpo están intrínsecamente conectados: cómo piensas informa cómo te sientes y cómo te sientes informa cómo piensas. Tu mente es una herramienta poderosa que puede ayudar o lastimar. Por ejemplo, si está enfermo de gripe, puede experimentar síntomas físicos de fiebre, tos y dolores corporales. Estos síntomas físicos pueden afectarle mentalmente. Puede sentirse deprimido por perderse un evento social o ansioso por quedarse atrás en el trabajo. Estos sentimientos pueden afectar las decisiones que tome para tratar su enfermedad. Las emociones negativas fuertes pueden hacer que su cuerpo libere hormonas del estrés que inhiben su sistema inmunológico. Por el contrario, si tiene una perspectiva positiva, es más probable que su cuerpo libere endorfinas que fortalecen su sistema inmunológico. Al reenfocar las resoluciones físicas para incluir la salud de todo el cuerpo, puede desarrollar hábitos sólidos que sean sostenibles durante todo el año.
Replantear su mentalidad para impulsar su éxito
Establecer resoluciones es la chispa que puede encender un cambio duradero, pero es hora de replantearnos cómo pensamos sobre nuestros objetivos. La presión que ejercemos sobre nosotros mismos para lograr altas resoluciones fracasa al inducir estrés y ansiedad. Esto activa la amígdala, la parte del cerebro responsable de procesar las amenazas, y secuestra la corteza prefrontal, que es responsable de la resolución de problemas. ¡Nos autosaboteamos nuestros objetivos antes de tener la oportunidad de comenzarlos!
Afortunadamente, podemos aprovechar el poder del pensamiento positivo y obtener lo que el destacado experto en felicidad y experto en psicología positiva Shawn Achor llama ‘la ventaja de la felicidad’. La investigación muestra que una mentalidad positiva puede aumentar la producción de dopamina, una sustancia química responsable de involucrar el centro de aprendizaje en el cerebro. Esto nos permite ser más productivos, creativos y capaces de afrontar desafíos. Un error común es que la felicidad proviene de experimentar el éxito. En realidad, lo opuesto es verdadero: la felicidad impulsa el éxito. Al reenfocar nuestros objetivos para incluir el cultivo de una mentalidad positiva, podemos mejorar nuestra salud mental y establecer una base sólida a partir de la cual construir nuestras resoluciones. Aquí hay algunas ideas que lo ayudarán a comenzar a desarrollar una mentalidad positiva:
Practica la gratitud
La gratitud es el reconocimiento y el aprecio agradecidos por las cosas que tenemos. En lugar de centrarnos en lo que nos falta y desear que ciertos elementos o resultados sean felices, la gratitud redirige nuestro pensamiento a todos los aspectos positivos de nuestras vidas. Cultivar una actitud de gratitud lleva tiempo, pero con la práctica se vuelve más fácil. Intente llevar un diario de gratitud, escribir notas de agradecimiento o incluso agradecer mentalmente a alguien.
La atención plena importa
La atención plena es un enfoque que nos mantiene anclados en el momento presente en lugar de estar atrapados en futuros factores de estrés o cavilaciones pasadas. Practicar la atención plena puede ayudarte a ser más consciente de tus pensamientos, emociones y sensaciones físicas, la conexión entre ellos y cómo afectan tus acciones. Para practicar, busque un espacio tranquilo, libre de distracciones y siéntese en una posición cómoda. Enfoca tu atención en la respiración y síguela mientras entra y sale de tu cuerpo. Se espera una mente errante: cada vez que su mente divague, observe a dónde se ha ido y redirija su enfoque de regreso al momento presente. El objetivo de la atención plena es prestar atención al momento presente sin juzgar. Con la práctica, esto se vuelve más fácil y, con el tiempo, podrá pensar y actuar con intención en lugar de quedarse atascado en el piloto automático.
Incorporar ejercicio
Debido a que el cuerpo y la mente están conectados, no debería sorprendernos que mover el cuerpo tenga beneficios para la salud física y mental. El ejercicio libera endorfinas, o las sustancias químicas que ‘hacen sentirse bien’ en su cerebro, que contribuyen a mejorar la concentración y la atención. Al incorporar elementos de atención plena con el ejercicio, puede romper los ciclos de pensamiento negativo. Practicar la atención plena mientras hace ejercicio podría parecer como concentrarse en cómo sus músculos se expanden y contraen mientras camina, notando la sensación de viento en su piel u observando su patrón de respiración. No es necesario pasar horas bombeando hierro en el gimnasio; 30 minutos de ejercicio moderado cinco veces a la semana es suficiente para cosechar los beneficios.
Al reconocer la conexión entre su mente y cuerpo e incorporar la salud mental en sus objetivos de salud física, puede prepararse para el éxito en el Año Nuevo.