Navegar por nuevos roles desde la infancia hasta la edad adulta
A lo largo de la infancia, se desarrollan roles y expectativas de comportamiento dentro de la familia, que pueden basarse en el género, el orden de nacimiento y los valores. A medida que creces y estableces tu sentido de ti mismo, es posible que tus roles temprano en la vida no se alineen con lo que eres ahora. No es raro que luches por mantener y sentirte cómodo con tu identidad adulta cuando estás con tu familia de origen, especialmente cuando resurgen viejos conflictos.
Pasar las fiestas con la familia puede presentar presión para ajustarse a los patrones de comportamiento familiares de la infancia. A pesar de la comodidad de la familiaridad, ¡el cambio es inevitable! El matrimonio, el divorcio, el nacimiento de un hijo, los problemas de salud y otros acontecimientos de la vida le dan forma y cambian la dinámica de una familia. ¡Mantener el equilibrio es complicado porque las cosas cambian constantemente!
Las expectativas poco realistas causan estrés adicional
Además del cambio, las expectativas que establezcas para ti mismo, los miembros de tu familia y las vacaciones pueden agregar estrés innecesario. Muchas personas se aferran a idealizaciones de lo que se «supone» que son las fiestas:
- Se supone que las vacaciones son felices y alegres
- Se supone que las vacaciones son para compartir tiempo con la familia y desarrollar conexiones más profundas
- Se supone que deben pasar las vacaciones juntos
Estas expectativas bien intencionadas pero equivocadas de lo que se «supone» que son las fiestas no son realistas. Las reuniones pueden ser dulces, y las fiestas pueden ser un momento significativo para la alegría y la conexión. ¡Todo el mundo quiere tener un sentido de pertenencia! Y después de meses de separación, muchos de nosotros estamos mirando la temporada con inquietud. Han pasado muchas cosas en el último año y
medio y, como resultado, todo el mundo ha cambiado. Al dirigirse al evento con estrategias para manejar los momentos difíciles, pueden disfrutar y apreciar mejor el tiempo que pasan juntos.
Sé realista
Sé realista con tus expectativas de las fiestas. No es una buena idea usar las vacaciones para confrontar a los familiares, y es poco probable que cambies las opiniones políticas de tu abuelo o la elección de carrera de tu sobrina en una conversación. Pero puedes disfrutar poniéndote al día con la familia y compartiendo risas. Del mismo modo, aborda el evento con un sentido de realismo. Si tu madre es conocida por ser quisquillosa con la comida o tu tío nunca deja de hacer chistes inapropiados, no esperes que cambien sus hábitos. Te decepcionarás cuando no estén a la altura de tus expectativas. En su lugar, trata de tener sentido del humor y recordarte a ti mismo lo que amas de ellos.
Concéntrate en lo que tienes en común
En el clima polarizado de hoy, es útil concentrarse en lo que los une en lugar de lo que los distingue. Hagan un acuerdo de que ciertos temas están prohibidos, como la política o la religión. Esté preparado con temas que pueda presentar para desviarse estratégicamente de las conversaciones divisivas. Puedes decir: «Sé que todos tenemos sentimientos fuertes sobre (tema), pero me gustaría mantener las cosas relajadas aquí. ¿Te importaría que cambiáramos de tema? Me gustaría saber más sobre el nuevo trabajo de Sam. Puede recordar recuerdos felices o hablar sobre su amor compartido por el último éxito de Netflix. Encontrar puntos en común mejora nuestro sentido de conexión y hace que la cena navideña sea mejor.
Marca la pauta
Comprenda que no puede controlar lo que sucede o cómo se comportará su familia, pero puede controlar su reacción. Si pensar en las vacaciones aumenta tu barómetro de estrés, asegúrate de tomarte un tiempo para cuidarte antes de ir a la mesa. Sal a dar un largo paseo, escucha tu música alegre favorita, medita o lee. Hacerlo ayuda a aumentar su resiliencia emocional, lo que lo hace menos nervioso y reactivo. Si entras en la comida con buen humor y actitud, las cosas irán mejor para todos.
No te lo tomes como algo personal
Es fácil tomar las cosas como algo personal, especialmente cuando te relacionas con un familiar con el que no estás de acuerdo. Cuando surjan desacuerdos y un miembro de la familia parezca empeñado en crear un conflicto, considéralo como un reflejo de quién es él, no de quién eres tú. Imagínate ver todos los eventos y traumas que les dieron forma. Ten en cuenta que si alguien es grosero o demasiado crítico, puede estar transmitiendo un dolor generacional. Su pasado no hace que este trato esté bien o sea aceptable, pero hace que sea más fácil de entender. Por lo menos, intente ver la interacción como un campo de entrenamiento: es una práctica de paciencia y la capacidad de mantenerse no reactivo es una habilidad útil.
Aléjate
A veces es mejor dar espacio a los miembros combativos de la familia. Colóquese en el extremo opuesto de la mesa, o al lado de otros parientes que puedan actuar como parachoques. Los eventos familiares pueden salir mal, especialmente si hay alcohol de por medio. Cuando te encuentres reaccionando físicamente a las molestias, un aumento de la frecuencia cardíaca es una señal obvia, puedes cambiar de tema o desviar la atención poniendo un partido de fútbol. Si los intentos suaves no funcionan, está bien alejarse durante unos minutos para recuperarse.
Trae aliados
Si eres el centro de un conflicto no resuelto, o anticipas que un miembro de tu familia presionará intencionalmente tus botones, busca a una persona que pueda ser tu aliado. Esta persona debe entender la naturaleza de la relación. Acuerde de antemano que cuando su pariente revuelva la olla, estará allí para apretar su mano debajo de la mesa, apartarlo y apoyarlo. Si puede encontrar a alguien que se lleve bien con ambas partes, puede actuar como un intermediario de mantenimiento de la paz para minimizar el conflicto potencial.
Y lo más importante, ¡Diviértete!
¡Lo más importante es concentrarse en divertirse y disfrutar de la compañía de los demás! Relájate y vive el momento: las conversaciones fluyen mejor cuando las personas están a gusto.
Y si una dinámica familiar tóxica es una preocupación, manténgase preparado prestando atención a sus reacciones físicas, estableciendo límites claros y planificando una estrategia de salida.